La vieja guardia
Por Israel Escobedo
En su mas reciente sesión , el Pleno de la Suprema Corte debatió un tema que probablemente tendrá un impacto muy significativo en la manera en que las Fuerzas Armadas (FFAA) continúen ejerciendo labores de seguridad pública en México a raíz de la creación de la Guardia Nacional de 2019.
Con ocho votos a favor y tres en contra, el alto tribunal constitucional derribó con determinación una de las propuestas del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien impulsó la modificación de cuatro leyes secundarias para que la SEDENA maneje la Guardia Nacional, dado que los magistrados señalaron que esto vulnera el artículo 21 de la Constitución “Las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de carácter civil, disciplinado y profesional”, por lo que estos elementos tendrán que regresar a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
La posición del ministro Zaldívar fue “La esencia no cambia, la SEDENA no tiene el mando, tiene el control operativo y administrativo. El mando corresponde a los comandantes de la Guardia Nacional. Esta diferencia es importante: quien toma decisiones de la Guardia Nacional es su propio comandante”. En tanto, la ministra Loretta Ortiz comentó que la legislación controvertida no vulnera el artículo 21 Constitucional, pues dijo que el Congreso federal cuenta con una amplia libertad configurativa en materia de seguridad pública.
En este sentido, la decisión de la Suprema Corte se confronta contra el Poder Ejecutivo, Legislativo y el propio Ejercito quien ya realiza las tareas de seguridad conjuntas desde hace 4 años sin que la corte se haya pronunciado en contra hasta ahora con la entrada de la nueva presidenta de la Corte, la magistrada Norma Lucía Piña Hernández.
La magistrada presidenta Norma Piña llega con la espada desenvainada dispuesta a no sólo de enfrentarse contra el Presidente Obrador sino contra el propio ejército con quienes su relación hasta ahora fue aceptable, y del cual ahora es opositora. Y esta crítica a la presidenta Piña no es descabellada puesto que desde su llegada ha liberado a través de sus jueces y amparos, a delincuentes de cuello blanco que tanto daño le han hecho robado al país. No olvidemos que mandó a liberar las cuentas bancarias que tenia congeladas por la UIF la esposa del exsecretario de seguridad de Felipe Calderón, García Luna, el mismo día que fue condenado en una corte en Estados Unidos.
Estamos hablando de un serio y preocupante enfrentamiento de la Suprema Corte contra los otros poderes del Estado Mexicano y sus Fuerzas Armadas (FFAA), con intereses ajenos al interés nacional y muy probablemente con intereses extranjeros en especifico el de EUA. De esta manera la presidenta Piña ejecuta un plan contra gobiernos progresistas democráticamente electos para desestabilizar y encarcelar a lideres políticos socialistas de Latinoamérica como ha pasado en Perú, Bolivia, Ecuador y Brasil, por mencionar algunos países, esto ante la impotencia de no poder ganar elecciones con títeres manejados por la CIA de EUA.
Estemos precavidos del intento de desestabilizar, diría también derrocar, nuestro país por intereses ajenos al interés nacional.
ES CUANTO!
