*A cuatro personas de la Zona Maya que tienen y comparten saberes ancestrales
*Cada premio, proveniente de recursos de la Secretaría de Cultura Federal, está dotado de 53 mil pesos
Zona Maya. – La directora general del Instituto de la Cultura y las Artes Jacqueline Estrada Peña entregó premios de 53 mil pesos cada uno a cuatro personas elegidas como tesoros humanos vivos de la cultura maya, residentes en comunidades de la entidad.
Este premio, cuyos recursos provienen de la Secretaría de Cultura Federal, recae en cuatro personas mayas: Hihigino Kauil Pat y José Santos Nahuat Uitzil, de Tepich; Agustina Pacheco Cen, de Chun-Yah, y Rosa María Kimé Xicum, de José María Morelos.
Para este premio se valoraron las características socioculturales y económicas de los elegidos, quienes representan la continuidad de las raíces mayas y son acreedores (mujeres y hombres) de conocimientos con los que se recrea y cohesiona la identidad.
Hihigino Kauil Pat fue dignatario maya, conoce a fondo la naturaleza y es nieto de José Crescencio Poot, un caudillo maya de la Guerra de Castas, por lo que tiene la historia regional de lo sucedido a flor de piel, contada de viva voz por su propio abuelo.
José Santos Nahuat Uitzil mantiene la tradición milenaria de la medicina verde, a él acuden personas de distintas generaciones en la búsqueda de sanaciones, cuyos remedios se hallan en la misma selva y constituyen un saber de gran utilidad.
Agustina Pacheco Cen ha enseñado a diferentes generaciones a conservar el conocimiento para la confección de ropa en las comunidades y con ello ha contribuido a la economía de las familias mayas y su autosustentación en cuanto a la vestimenta.
Rosa María Kimé Xicum es dueña de una amplia sabiduría de la herbolaria, lo cual le ha permitido curar a muchas personas a lo largo de su vida, tanto a mujeres embarazadas como a niños con males del estómago y otros padecimientos relativos a la salud.
Con esta acción se reconocen las prácticas culturales identitarias de las comunidades mayas y se apoya económicamente a personas valiosas en tiempos difíciles, asolados por la pandemia del coronavirus y las disímiles vicisitudes socioeconómicas.