La Secretaría de Infraestructura y Transporte (SINTRA), que encabeza Jorge Portilla, a través de la Dirección de Comunicaciones y Transportes, avanza con rumbo en la regularización y el ordenamiento del transporte en Quintana Roo.
El titular de la dependencia informó que continúa a paso firme con la verificación de las unidades de transporte público en todas sus modalidades, donde se revisa que las unidades se encuentren en óptimas condiciones físicas y mecánicas y que los conductores portan la documentación vigente, para cumplir así con la misión de que la gente cuente con un mejor servicio.
Informó el titular que los vehículos, al ser inspeccionados, deben estar en condiciones óptimas, además de contar con cinturones de seguridad, extinguidor, llantas en buen estado, refacción y pintura o rotulación con número económico correspondiente.
Además de entregar fotocopia de tarjeta de circulación amplificada para que sea legible, los choferes deben presentarse con copia de licencia, póliza de seguro original con recibo de pago que cubra al viajero y original del tarjetón tarifario; y el vehículo no debe tener ningún tipo de modificaciones como escape de bala, volante deportivo o vidrios polarizados.
“La revisión del transporte público, en todas su modalidades, es el instrumento legal del Gobierno del Estado mediante el cual la Dirección de Comunicaciones y Transportes de la SINTRA verifica y certifica la situación documental y las condiciones físicas de los vehículos que prestan el servicio de transporte”, dijo el servidor público.
El funcionario añadió que la Dirección de Comunicaciones y Transportes trabaja en la digitalización de archivo como las concesiones, donde se lleva un significativo avance; y se realizó la incorporación de una ventanilla única con el fin de optimizar el control de la documentación desde la recepción y la atención por medio de números de folios.
Es importante señalar que en este gobierno se trabaja de forma transparente, y en la SINTRA se instaló un sistema de vigilancia con equipos de videocámaras, donde se vigila a los trabajadores en el momento de realizar las revisiones, con el objetivo de eliminar la corrupción que existía en otras administraciones.