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“Me dijo que si me baño, la sangre se coagula dentro de mí”: 4 mitos sobre la menstruación que aún persisten y qué se hace para erradicarlos

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Puede que le llames período, regla o enfermedad. Quizás digas que te “vino” o estás “mala”, o hasta le apodes Andrés (“el que viene una vez al mes”).

Los eufemismos en español para hablar de la menstruación son muchos. Pero no sólo existen en la lengua de Cervantes.

Una encuesta publicada en 2016 por la aplicación de salud femenina Clue y la Coalición Internacional de Salud de la Mujer, que entrevistó a 90.000 usuarios de 190 países, encontró 5.000 términos o frases para referirse a la menstruación.

Lo que podría parecer un mero recurso lingüístico es en verdad un síntoma preocupante.

“La menstruación es una parte natural del ciclo reproductivo, en el cual se pierde sangre a través de la vagina. Sin embargo, en la mayor parte del mundo todavía es un tabú y raramente se habla de ello”, explica un reporte de WaterAid, una ONG enfocada en el agua y seguridad sanitaria.

Según sus datos, el 52% de la población femenina global (es decir, 26% de la población total) está en edad reproductiva. “La mayoría de estas mujeres y niñas van a menstruar cada mes por entre 2 y 7 días”, se detalla en el informe “La higiene menstrual importa”, de 2012.

Estos tabúes culturales muchas veces se traducen en mitos que pasan de generación en generación y que ponen en riesgo la salud, educación y vida social de las mujeres.

En BBC Mundo recopilamos 4 mitos y qué se hace para erradicarlos.

Karen suele hacer mayonesa casera. Pero por muchos años creyó que no podía prepararla cuando estaba con la menstruación.

“Cuando tuve mi primer período, mi tía me dijo que no podía hacer mayonesa porque se iba a cortar”, contó a la BBC.

Para terminar con este y otros mitos sobre lo que se puede o no hacer durante la menstruación en la isla africana, Lahatra, jefe de los scouts de Madagascar, le explica a los jóvenes de la organización cómo es este proceso natural.

Tienen que entender que no es un tabú hablar del período, afirmó el también profesor de ciencia.

En muchos países como Madagascar, al miedo sobre todo de las más jóvenes a ser avergonzadas o estigmatizadas por la menstruación, se suman creencias que afectan sus labores cotidianas.

Por eso, la organización WaterAid quiere usar la red de más de 30.000 scouts para difundir el mensaje y Lahatra fue el primer jefe de los scouts en acceder.

De hecho, en su vida personal, Lahatra ya es una voz contra los mitos locales. Luego de 7 años de la menarquia, su amiga Karen se animó a cuestionar la regla de la mayonesa casera.

“Intenté hacer mayonesa porque estaba sola en la casa. Nadie más podía prepararla, así que la hice yo”, dijo. Y no se cortó.

En Malaui la ONG internacional ActionAid, que trabaja con mujeres y niñas pobres alrededor del mundo, encontró otro mito vinculado a la cocina.

Durante los trabajos de campo, Vast, de 17 años, contó uno de los mitos locales: “Me dijeron que no cocinara con sal durante mi período porque si lo hacía, mi padre iba a tener dolores de estómago y se le iban a caer los dientes a la gente”.

Según ActionAid, es importante derrocar los mitos sobre la menstruación porque estos se traducen en una barrera educativa.

Unicef calcula que en África una de cada diez niñas falta a la escuela cuando tienen su período.

“Esto tiene un gran impacto en la educación de las niñas y muchas veces conduce a la deserción escolar, reduciendo sus posibilidades de poder mantenerse económicamente más tarde en la vida”, afirma ActionAid en un documento publicado el año pasado con motivo del Día de la Higiene Menstrual, que se celebra cada 28 de mayo.

Vast solía faltar a clases tres días cada mes. El acceso a información y baños separados fue fundamental para terminar con estas ausencias, pero el verdadero cambio para ella fueron las toallas higiénicas.

Estas toallas sanitarias hacen una diferencia enorme“, contó. En Malaui los alumnos deben levantarse para responder preguntas y este mero gesto le provocaba pánico por miedo a haberse manchado.

“Me pasó que los varones se rieran de mí”, dijo Vast. “Ahora puedo pararme en clase sin ser autoconsciente e incluso puedo jugar básquetbol”, contó.

Según contó a BBC Mundo la emprendedora colombiana Diana Sierra, “el 40% de las niñas terminaban dejando la escuela por algo tan cotidiano como la menstruación, por la falta de acceso a productos sanitarios”.

Sierra cofundó Be Girl, una marca de ropa interior que incluye la protección para evitar pérdidas durante la menstruación y que son reutilizables.

En 2012 Unicef comenzó un proyecto en regiones rurales y de mayoría indígena en Cochabamba, Bolivia, para atacar las dificultades que enfrentan las niñas al menstruar.

“Mi prima me dijo que si me baño durante el período, va a hacer que me duela el estómago y que la sangre se coagule dentro de mí”, dijo Sophia, de 17 años, de acuerdo con el informe “Agua, saneamiento e higiene en escuelas”, de 2012.

Sophia contó que cuando tiene la menstruación, se baña menos: “Sólo me lavo las manos y los dientes esos días. Igual voy a clases, pero evito pasar al frente”.

Según Unicef, “como las niñas reciben información conflictiva sobre la menstruación de educadores y miembros de la familia, presentan una combinación de creencias y prácticas tradicionales y modernas, algunas de las cuales pueden dañar su salud”, tanto física como mental.

Consejos como reducir los baños, aumentan el olor y el riesgo de infecciones o burlas en la escuela.

Lo mismo sucede con la actividad física: “A las niñas también se les dijo que no jueguen o corran con el fin de evitar un mayor flujo menstrual, y esto se convirtió en un indicador de que una niña estaba menstruando, llevando a más burlas”, detalló la organización.

Nankunda Hope se casó a los 24 años con el hombre que ella eligió, después de formarse como maestra en Uganda. Pero no todas las niñas tienen la misma suerte.

Es que, en algunos lugares, la menarquia es sinónimo de fertilidad.

Esto es aún más peligroso cuando se junta con mitos como uno que la ONG ActionAid detectó en Ruanda.

“Si tienes mucho dolor, dolor de espalda o dolor de estómago, para reducirlo o curarlo, debes tener relaciones sexuales con un chico”, dijo Germaine, de 14 años.

En el informe “Educación en pubertad y manejo de la higiene menstrual” publicado por Unesco en 2014 se afirma que “en algunos lugares, los padres pueden incitar a las niñas a abandonar la escuela porque la pubertad y menstruación están asociadas con la reproducción”.

Entonces, se agrega, pueden preferir que las niñas se casen y contribuyan con los ingresos de la familia, o bien pueden querer evitar embarazos resultantes de sexo con o sin consenso.

“El primer período de una niña es un momento crucial en su vida. No debería ser el final de su educación ni una señal de que está lista para el matrimonio”, afirman el colectivo internacional Girls Not Brides (Niñas, no novias).

En palabras de Hope, quien fundó el Observatorio de Promoción de los Derechos Sanitarios en Uganda, organización miembro de Girls Not Brides: “Ninguna niña merece ser expuesta a una vida como esposa infantil ni a ser sometida a tener un hijo a edad temprana”.

FUENTE: BBC MUNDO

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